Y ella me dijo...

"No sé si somos los únicos y hay tantos tipos de universo en cada una de tus células. César mi alma está vieja.

Demasiada responsabilidad y más con la teoría del caos, ojalá pudiera ver las cosas tan simples. Mi fuerza puede ser destructiva. En serio tendrías que dejar de cocinar César, para evitar cualquier problema.

La gente no cambia, se modifican los hábitos. Estoy terminando unos cuadros pero no tengo energía. El tiempo corre, se me acaba y no estoy contenta con el resultado, no quiero ser una mediocre más y hace frío. No hay nada peor que pintar en el frío, después hay que lavar los pinceles en agua fría.

Dicen que la distancia es como el viento, hay gente que cree en el amor y eso es bueno. Pero están los otros que creen en las patologías, como yo. Nuestras patologías nos unen mi oveja multicolor.

Somos criaturas asombrosas y yo me pegué un mal de barco terrible con mis vicios, sumado a querer escaparme, sumado al mal de patologías.

Estoy como pollo al spiedo y hace dos días que no duermo, así que no me jodas egoísta de mierda. Ni yo me hablo más a mi misma. Las cadenas de mi alma son realmente aterradoras, hacen ruidos y se arrastran por el piso haciendo más difícil todo.

Te extraño mi oveja multicolor, esperame".


Y leíamos a Bukowski, veíamos a Tarkovsky y escuchábamos a Yann Tiersen.

Y la extraño muchísimo.

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