Les presento al ser humano:
Físicamente ordinario, tiene un deformado sistema de valores, noten su engreído sentido de importancia de la humanidad. Su desfigurada conciencia social y su envanecido optimismo.
Lo mas repulsivo de todo son sus frágiles e inútiles nociones del orden y la cordura. Si se las presiona demasiado... se quiebran.
Sigo compartiendo la oscura sospecha de que la vida que llevamos es una causa perdida, de que somos todos actores, engañándonos a nosotros mismos en una odisea sin sentido.
¿Cómo vive? se preguntará usted...
¿Cómo puede este pobre y patético especimen sobrevivir en este mundo irracional?
La triste respuesta es: "No muy bien..."
Enfrentado al inevitable hecho de que la existencia humana es una locura sin rumbo ni sentido, uno de cada ocho se vuelve un esclavo demente.
¿Quién puede culparles?
En un mundo tan neurótico como este cualquier otra cosa... sería una locura.
La tensión entre estos dos polos opuestos - un idealismo inquieto por un lado y una sensación de desastre inminente por el otro - me mantiene en acción...
Pero me encanta...
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